

Tottenham y United se conjuran en San Mamés para ganar la Liga Europa
Los dos equipos ingleses llegan a la final de Bilbao con la copa en juego y con el premio de jugar la próxima Champions League en el horizonte


Hay un lugar precioso en el Enfield Training Center, la ciudad deportiva del Tottenham, un rincón íntimo. Tres días antes de la final de la Liga Europa, los jugadores sudamericanos del club londinense Richarlison, Cristian Romero y Betancour, organizaron allí una barbacoa. “Tenemos un rincón muy bonito en el campo de entrenamiento y hacía un tiempo estupendo. Fuimos todos, tomamos algo y charlamos un rato”, contaba Micky Van de Ven, el futbolista de los Spurs. Ange Postecoglou, el entrenador, pensó que era una gran idea para preparar la final frente al Manchester United (21.00, Movistar), y los jugadores lo ratificaron. “Fue muy importante”, asegura Son Heung-min, el jugador coreano que lleva ya una década en el equipo del norte de Londres. “Empleamos el tiempo en estar juntos y hablar de nuestras cosas, y eso acerca mucho”.
La barbacoa sirvió para conjurarse para la final antes de viajar a Bilbao. El Tottenham prefirió un hotel en el centro de Bilbao, el mismo en el que se concentra siempre el Athletic, llegó el martes y en la víspera del partido se entrenó sobre el césped de San Mamés. Cuando saltaron los jugadores, dos de ellos, Son y Davies, localizaron en la banda a Fernando Llorente. Los efusivos abrazos que se dieron los tres hablan de aquella época en que los Spurs jugaron, y perdieron, la final de la Champions frente al Liverpool. Coincidieron los tres en aquella plantilla. No han jugado ninguna después, y ahora deambulan por la Premier. La cita de Bilbao es una posibilidad de regresar a la máxima competición europea, pero para su entrenador, ese no es el mayor premio. “Sí, jugar Champions es un aliciente importante”, asegura, “porque te da la oportunidad de jugar contra los mejores, pero lo más importante es el trofeo, dar a nuestra afición este título”.
Enfrente el United, que regresa menos de un mes después a Bilbao, el escenario del crimen, o así lo piensan muchos aficionados rojiblancos, frustrados por la eliminación. Llegaron los diablos rojos por la tarde, después de entrenarse en Mánchester, y solo acudieron a San Mamés a pisar el césped y comparecer en la protocolaria conferencia de prensa organizada por la UEFA. Para ellos, como para su rival, la final es la última oportunidad que tienen de engancharse a las competiciones europeas. Después de una paupérrima temporada en la Premier, el United centró sus esfuerzos de los últimos meses en blindarse en la Liga Europa, una apuesta en la que no arriesgaron, porque no les quedaba otra. De hecho, es la final europea en la que sus participantes han llegado con la peor clasificación. Son decimosexto y decimoséptimo.
En los enfrentamientos entre ambos, sin embargo, gana el Tottenham, que ha vencido en los tres partidos que han jugado esta temporada. “No supone una presión para nosotros, porque hayamos ganado los tres. Al revés, será más estresante para ellos, que no han conseguido vencernos”, apunta Ange Postecoglou, al que no le sienta nada bien que un periodista le recuerde que, en caso de ganar, su equipo habrá completado una de las mejores temporadas de las últimas décadas, y sin embargo, si pierden se convertirá en una de las más catastróficas. “Depende cómo lo vea, me decepciona que digan eso. Jugar una final no es un fracaso radical”, apuntó el entrenador griego criado en Australia.
En los Spurs, Son podría quedarse en el banquillo después de haber jugado los últimos partidos tras haber salido de una lesión que le mantuvo fuera más de un mes; en el United, no hay bajas entre los habituales, y sí mucha ilusión y una pizca de prepotencia: “Creo que el United tendría que jugar todos los años la Champions”, asegura Amad Diallo, uno de sus puntales. “Es un club grande, merece estar en Europa todas las temporadas”. El entrenador del United, Rúben Amorim, prefiere pensar en lo que viene: “Sabemos que esta es una temporada en la que sufrimos mucho, pero eso ya quedó en el pasado”.
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