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Isabel Sánchez (Delaviuda): “Hay que cuidar la mente, medito todas las mañanas”

Apasionada de su familia, de gustos sencillos y deportista convencida, la ejecutiva cree que para sacar lo mejor de las personas hay que darles retos importantes

Isabel Sánchez Ruiz, consejera delegada de Delaviuda Confectionery Group.
Sandra López Letón

Isabel Sánchez (Málaga, 1970) tomó en 2022 el relevo de Manuel López como consejera delegada de Delaviuda Confectionery Group, la empresa nacida de una pequeña confitería toledana en 1972. El grupo daba un paso histórico al poner al frente a alguien ajeno a la familia propietaria. Licenciada en Derecho por la Universidad de Navarra, Sánchez cree que se ha ganado el respeto profesional tanto dentro como fuera de la compañía.

Pregunta. ¿Qué sintió el primer día cuando entró por la puerta como nueva consejera delegada?

Respuesta. Me dio la sensación de que entraba de manera diferente a la que había estado entrando en días anteriores, quizá por el peso de la responsabilidad y por no defraudar.

P. ¿Tuvo síndrome de la impostora?

R. Bueno, siempre te da un poco de vértigo, pero no. ¿Sabes por qué? Porque Manuel [López], que fue quien me nominó, que es nuestro presidente no ejecutivo actual, me conocía muy bien y él quiere a la compañía más que a su vida. Eso me daba mucha tranquilidad porque él sabía de mi conocimiento y experiencia, sabía cómo soy y mis valores, con lo cual, si me había elegido es porque creía que era capaz de llevar a la compañía al mejor sitio.

P. Dentro de la empresa se ha sentido respaldada. ¿También fuera?

R. Bueno, he tenido que demostrar dentro y fuera. Porque quizá no estaba en las quinielas para ocupar el cargo. Es verdad que nadie pensaba que Manuel iba a dar un paso atrás. Afortunadamente creo que hoy no tengo que demostrar tanto, he puesto en valor aquellas cosas que he aportado al grupo y que estoy aportando, y tengo cierto liderazgo ya merecido.

P. ¿Le pilló por sorpresa la llamada?

R. Sí, sí. La propuesta me pilló por sorpresa. Manuel es una persona joven, no piensas que no pueda estar al frente de una compañía por el tema de la edad.

P. La pregunta es obligada. ¿Le gusta el turrón?

R. Me gusta mucho el turrón, pero no soy una fanática.

P. Entre los clásicos de toda la vida y los nuevos sabores, ¿con cuál se queda?

R. Te voy a ser muy sincera, yo soy de chocolate, es lo que más me gusta del dulce. Pero si tengo que elegir un turrón, me quedo con los clásicos, el duro y el blando, son espectaculares. Un buen turrón duro y un buen turrón blando, como son los nuestros.

P. ¿Come turrón todo el año? Lo digo porque uno de sus retos y de la industria es desestacionalizar el producto.

R. La desestacionalización del turrón se está haciendo a través de retails, de tiendas fuera de la época de Navidad, están todo el año. Pero aquí sí quiero aclarar algo: estas tiendas son turísticas, los nacionales no comemos turrón todo el año. Nosotros vendemos todo el año, pero el gran porcentaje de venta procede de turistas extranjeros.

P. ¿No come turrón todo el año?

R. Sí como turrón todo el año, pero porque lo tengo muy a mano, aquí en la oficina hay por todos lados, pero no voy a comprarlo expresamente. A lo mejor me apetece comerme un día turrón duro, pero es porque lo tengo.

P. ¿Consigue conciliar?

R. Yo creo que sí, que lo consigo bastante bien. Lo hago organizándome, es decir, los fines de semana organizo todas las cosas que tenemos durante la semana, como llevar a un niño al médico o una tutoría.

P. ¿Cómo se cuida, hace algún deporte?

R. Para mí el deporte es sagrado. Pero de siempre, es algo fundamental en mi vida, desde que era niña. Ahora el deporte que más practico es jugar al pádel mínimo dos o tres veces a la semana. Y luego hago yoga dos veces a la semana y procuro hacer pilates también.

P. ¿Esa afición le viene por algo?

R. Porque nos gusta. En mi casa somos cuatro hermanos y salvo uno, somos bastante deportistas desde niños. Mi madre jugaba al tenis, pero tampoco es que nos lo haya inculcado. Quizá es porque hemos nacido con esa capacidad para hacer deporte y nos gusta mucho.

P. Cuando era pequeña, ¿qué quería ser de mayor?

R. Siempre he querido estudiar Derecho desde niña, pero me gustaba la empresa. Yo me siento abogada, pero me apasiona el mundo de la empresa. Creo que no está reñido, es verdad que hay pocos abogados en estas posiciones, pero los pocos que hay son muy brillantes. Te puedo decir desde [Pablo] Isla hasta [María Dolores] Dancausa, son todos abogados.

P. ¿Qué le atrae de la empresa?

R. La parte creativa y de estrategia, la parte comercial, la parte de marketing, operaciones… El ver cómo podemos hacer para vender más, analizar qué le gusta al consumidor. Soy muy empática y acertar con algo me apasiona. Sacas un producto y tiene éxito y la gente te dice: ‘qué producto más bueno…’ Te gusta.

Menos la parte de sistemas, los ordenadores, la ciberseguridad y todo eso que tengo que saber, pero que me cuesta más, en todo lo demás soy una apasionada.

P. ¿Qué recuerdo guarda con más cariño de su infancia?

R. Mi padre era empresario y tenía una empresa familiar y su hobby era estar en el campo, tener su pequeño huerto y es una imagen que tengo. Y mi madre nos esperaba cuando llegábamos del colegio, me encantaba verla con nuestro bocadillo y el vaso de leche. Y pocas veces faltaba a esa cita, pero cuando faltaba, el día se me hacía negro, nublado. El día tenía otro color si ella no estaba ahí. Y eso son los dos recuerdos más entrañables que tengo de niña.

P. ¿Tiene pendiente cumplir algún sueño?

R. Sinceramente, suena un poco mal, pero creo que he conseguido mis sueños. Tengo una familia maravillosa, ese era uno de mis sueños más importantes. Y luego estoy donde siempre he pensado que quería estar y haciendo lo que me gusta. No se puede pedir más en la vida.

Creo que soy de las afortunadas que he conseguido los sueños de mi vida. Hay gente que es muy buena y no le han dado la oportunidad. A mí me han dado la oportunidad, soy agradecida. Me gusta la que hago y mira que tengo problemas: la covid, la guerra de Ucrania, los aranceles… o sea, no he parado.

También es verdad que siempre intento rodearme del mejor equipo y eso también me ayuda mucho.

P. ¿Es una jefa exigente?

R. Soy una persona bastante exigente, conmigo misma y con los demás. Pero también es verdad que somos un equipo. No hay una distancia, creo que las personas que trabajan conmigo trabajan a gusto porque hago partícipe de los proyectos.

También me gusta sacar lo mejor de las personas y para eso hay que dar retos importantes. A veces, personas de mi equipo me dicen: ‘pero yo no estoy preparado’. ¿Cómo que no estás preparado? Yo te veo ahí. Y al final lo hace y está encantado.

Lo han hecho conmigo y yo no soy la misma de hace tres años. Entonces, como sé de lo que mi equipo es capaz, suelo empujar a dar lo mejor de cada uno. Y con mis hijos soy igual.

P. ¿Qué cosas le sacan de quicio?

R. Me saca de quicio la traición y la conspiración. Yo soy muy transparente y sincera, no lo llevo bien.

P. ¿Pero hay mucho de eso en su círculo?

R. No lo digo solo en el tema empresarial, que lo puede haber, lo digo en general en la vida. O aprovecharse de las personas mayores, del débil. Esas cosas no las soporto, no puedo con ellas.

P. ¿Qué cosas le hacen sonreír?

R. Ver un niño sonreír y reírse a carcajadas, eso me encanta. Cualquier cosa me saca una sonrisa. Soy facilona.

P. ¿Le da un poco de miedo todo lo que está pasando en el mundo?

R. Tengo cierto respeto a lo que está pasando. Sobre todo, porque Europa tiene que espabilar. Y no solo a nivel armamentístico.

P. Y en su vida personal, ¿qué cosas le dan miedo?

R. La salud es lo que me da más miedo.

P. ¿Me recomienda un restaurante?

R. Pues mira, me gusta uno que es muy simplón, Inari. Es un restaurante de comida japonesa y creo que tiene los nigiri y el sushi mejor. O cualquiera de Dani García también me gusta mucho.

P. ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?

R. A nivel profesional, y sirve también para el personal, es cuidar la mente, la salud mental.

P. ¿Lo aplica?

R. Lo intento, intento meditar todas las mañanas. La salud mental también tiene mucho que ver con el deporte, porque te ayuda y algunos tipos de lecturas también. Intentar desconectar los fines de semana te ayuda un montón. O sea, hago determinadas cosas que sé que me favorecen. Si no desconecto, es verdad que la semana siguiente empiezo mal. Y no hay mejor cosa que desconectar con la familia y los amigos.

P. ¿Con qué planes?

R. Sencillos. Que los amigos vengan a casa a comer. Hacemos una barbacoa o un arroz o lo que sea. O irnos a hacer senderismo, andar al campo, por ejemplo. O cualquier viaje con mis hijos me flipa. Es muy fácil contentarme. Con estar con mis amigos y mi familia soy feliz. Soy muy normalita.

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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
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