En Nepal la ley prohíbe el matrimonio infantil, la violencia de género y el pago de una dote por cazar a una hija. Son, sin embargo, prácticas habituales que limitan extremadamente los derechos de las mujeres y afectan a su bienestar y salud
Una de las múltiples causas del elevado índice de casos de prolapso uterino (mujeres a las que se les cae y sale el útero por la vagina) en Nepal es que ellas realizan todos los trabajos físicos como transportar leña, cereales o agua sobre sus cabezas para llevarlos al hogar por caminos de tierra durante varias horas bajo el sol en la época seca y la lluvía cuando empieza el monzón. Es un esfuerzo que realizan aunque estén embarazadas o hayan dado a luz días antes. La falta de reposo provoca que sus músculos no tengan tiempo suficiente para fortalecerse después del parto y acaben por ceder dejando caer el útero.ALEJANDRA AGUDOChandari Mandal (a la izquierda) tiene prolapso uterino desde que tuvo a su segundo hijo. "No salía y me dijeron que empujara más fuerte. Lo hice y se me salió también el útero", explica. Con todo, a los seis días volvió a trabajar y caminar varios kilómetros para llevar agua a casa. Se considera afortunada porque su marido y familia política la han apoyado desde que se enteraron de su problema. "Mi nuera y me esposo me ayudan en casa. No me dejan hacer ningún trabajo duro", dice sentada en la clínica médica en Bishanpur Kati. Ha llevado a la consulta del médico a dos mujeres de su pueblo para que les hable de su salud y del prolapso uterino. "Cuando a mí me pasó, tardé mucho en que me viera el doctor porque estaba asustada. La gente de la comunidad me decía cosas confusas", recuerda.ALEJANDRA AGUDO