La crónica | Los partidos marcan en la calle su abismal distancia
Los convocantes por la derecha y la izquierda convergen contra el Gobierno. Europa, potente instrumento del PP y Vox en la oposición a Sánchez


Existe la convención, generalmente verdadera, de que las manifestaciones y concentraciones en las plazas públicas reflejan el sentir de la sociedad. También de por dónde van los partidos. Las convocatorias del fin de semana han permitido apreciar la pauta por la que estos transcurren. Tanto por presencia como por ausencia. Las fuerzas políticas no eran las convocantes en la llamada de ayer domingo para dar fe de europeidad, pese a las debilidades, divisiones y deficiencias del proyecto comunitario. Los ciudadanos que salieron a la calle a defender a Europa no fueron llamados por los partidos. Sí por los sindicatos (Confederación Europea de Sindicatos, CC OO y UGT, representados estos dos últimos por sus secretarios generales Unai Sordo y Pepe Álvarez) y por colectivos y organizaciones cívicas. Periodistas expertos en Europa como Andrea Rizzi, de EL PAÍS, entre otros, intervinieron en el acto, ajeno a alusiones partidistas. Pero el PSOE y Sumar sí quisieron que se supiera que estaban allí. El PP, con Alberto Núñez Feijóo al frente, celebró el 9 de mayo el Día de Europa con un acto en Córdoba junto a dirigentes del Partido Popular Europeo. En Bruselas, conservadores, socialistas y liberales se han aliado en defensa de la Unión Europea y trabajan para que los Verdes se vinculen a ese bloque. Sin embargo, la salvaguarda del proyecto comunitario no es palanca de entendimiento en España entre el Gobierno y la oposición.
No lo puede ser porque la denuncia del Gobierno español ante las instituciones europeas es una línea de ataque prioritaria en la estrategia del PP. Las principales decisiones del Gobierno de coalición, las orientaciones de sus políticas aun sin plasmarse en normas, o incluso acontecimientos fortuitos, como la dana en Valencia y el apagón eléctrico del 28 de abril, todavía por esclarecer, han sido llevados por el PP a distintas instancias europeas para que se investigue al Ejecutivo español. En el último caso, los ámbitos europeos relacionados con la energía ya se han puesto en marcha. Aun así, el PP ve motivos para acusar al Gabinete de negligencia y exige una comisión de investigación distinta a la europea.
Los populares hacen un marcaje exhaustivo del Gobierno con indicaciones permanentes a los comisarios europeos para que estrechen la vigilancia sobre las acciones del Ejecutivo de Sánchez. Interlocutores del PP ven razones de sobra para actuar así, como se pone de manifiesto en los múltiples debates que promueven en el Parlamento Europeo, a modo de prolongación del Congreso y Senado español.
Al margen de la irritación profunda que esta actuación provoca en el Ejecutivo español, en la práctica no se aprecian consecuencias palpables, señalan en fuentes gubernamentales. La interlocución del propio presidente del Gobierno con las máximas autoridades europeas, además de con los presidentes y primeros ministros de los países , justifica la aparente escasa relevancia que dan a la ofensiva de los populares. Esta no ha hecho más que incrementarse. Los socialistas españoles en Bruselas y Estrasburgo, con Iratxe García como presidenta del grupo de socialistas y demócratas del Parlamento Europeo, tienen un grado de influencia notable. Lo mismo que los eurodiputados populares españoles, pertenecientes al primer grupo de la Eurocámara, y cuya compañera Dolors Montserrat acaba de ser nombrada secretaria general del Partido Popular Europeo.
Si el PP, como partido mayoritario, se coloca contra el PSOE en todos los ámbitos, Vox les sitúa en el mismo bando dentro y fuera de las instituciones europeas. Los motivos de la concentración de ayer, en defensa del proyecto europeo, por la amenaza de la nueva istración norteamericana, que desprecia a la Unión Europea, y el avance de la extrema derecha, se dan de bruces con los postulados del partido de la ultraderecha española. Su portavoz de Agricultura en el Congreso, Ricardo Chamorro, denunció ayer en Albacete “las políticas fanáticas del PP y del PSOE en Bruselas que arruinan el campo español”.
En la concentración del sábado en Madrid contra Pedro Sánchez sí coincidieron PP y Vox. Según la dinámica de los llamamientos de este fin de semana, los líderes políticos no subieron a las tribunas, sino que dejaron su impronta en declaraciones públicas. Sánchez tiene que irse y convocar elecciones porque está acosado “por la corrupción”, además de por “la incompetencia”, en la gestión del apagón. Aunque la llamada tenía el sello del PP y Vox, la respuesta ciudadana distó mucho de las habidas en otras ocasiones desde que empezaron hace ya casi siete años.
La concentración en la madrileña plaza de Colón del sábado se desarrolló en paralelo a otra en el centro de Madrid de muy distinto signo. Distintas organizaciones pidieron la ruptura total con Israel y la condena más severa de España y de la Unión Europea por “el genocidio” que se perpetra en Gaza, matando a su población con bombas y de hambre. Podemos alzó su voz contra el Gobierno, así como IU, que forma parte del Ejecutivo a través de Sumar. La distancia con el Gobierno fue el santo y seña por la izquierda y la derecha, en las manifestaciones del fin de semana, sin pancartas de los partidos.
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