Lo verdaderamente irritante para algunos sectores es que esta publicidad de Falabella no resalta el exotismo, sino la presencia ineludible del otro negro en la sociedad chilena
Mario Vargas Llosa profirió una frase letal en 1990: La dictadura perfecta no es la Cuba de Fidel Castro. Es México, porque es una dictadura de tal modo camuflada
Una gestora cultural que fundó una biblioteca comunal en el patio de su casa y un maestro que alguna vez le pidió a sus alumnos que idearan memes inspirados en ‘La ciudad y los perros’ cuentan sus experiencias
La relación de Mario Vargas Llosa con José María Valverde permite reconstruir la conexión del Nobel peruano con el proyecto de modernización literaria de la editorial Seix Barral
El escritor representa, más allá de la tradición latinoamericana, la figura del intelectual que elige la libertad por encima de la fidelidad ideológica
EL PAÍS reconstruye con voces del círculo cercano del Nobel peruano, fallecido hace una semana, su regreso definitivo a Lima y la reconciliación con su familia tras su última y agitada etapa en Madrid
El Nobel fue de los pocos autores en ingresar en vida en la prestigiosa biblioteca de La Pléiade y el único en entrar en la Academia sa sin haber publicado en la lengua
Los lectores escriben sobre la baja natalidad en España, el vuelo espacial de Blue Origin, el sentido de revivir especies extintas, y la muerte de Mario Vargas Llosa
El Nobel tuvo una vida sentimental de novela. Se casó con su tía, 12 años mayor que él, y la dejó por una prima. En 2015, inició un mediático noviazgo con Isabel Preysler
El escritor persiguió la pista del diplomático Roger Casement en el Congo en un viaje que hizo en 2008 para componer su novela ‘El sueño del celta’ y escribir un reportaje para ‘El País Semanal’
Las necrológicas habría que hacérselas a los vivos. Primero, para que se defiendan. Y luego para llamarnos al resto la atención sobre trayectorias que valgan la pena
El escritor apuntaba altísimo en todo lo que hacía, se sentía llamado a hacer historia, y sin esa ambición no se entiende la enormidad inmortal de su obra
El Gobierno regional concederá al escritor hispanoperuano la Medalla Internacional de las Artes a título póstumo y el Ayuntamiento celebrará actos en su honor y rebautizará alguna calle, parque o edificio con su nombre
Al Nobel le diagnosticaron una grave enfermedad en el verano de 2020. No quiso hacerlo público, pero su entorno más íntimo lo sabía. Sus últimos meses de vida los dedicó a visitar los escenarios de algunas de sus novelas más celebradas
A lo mejor fue tan grande porque se pasó la vida escribiendo como si recién empezara a escribir: con el mismo entusiasmo, el mismo temblor, el mismo deseo
Durante 33 años, escribió en EL PAÍS con pasión y criterio propio hasta componer una obra periodística a la altura exacta del novelista inmenso que fue
EL PAÍS recorre los escenarios limeños que inspiraron una de las grandes obras del Nobel peruano. Un viaje a finales de los años sesenta el día después de su fallecimiento
Los lectores escriben sobre las discriminaciones que sufren las personas con discapacidad auditiva, la guerra en Gaza, la crisis de la vivienda, y la muerte de Mario Vargas Llosa
Vargas Llosa enseñaba a cada paso procedimientos, y se podía aprender de él con menos riesgo de terminar imitándolo que con otros escritores del ‘boom’
La vida en tinta no se extingue en tanto se lea. ‘Hasta siempre’ debe ser leído aquí no como verso de trova banal sino literalmente como bálsamo o placebo para la obra entera de Vargas Llosa
“Ha dicho OK. Y deberíamos hacerla cuanto antes”, me escribió la redactora jefa de EPS. Fue la última portada del Nobel en el dominical de EL PAÍS, febrero de 2023. El encuentro empezó con una confusión y terminó con Vargas riendo, pero alerta: “No voy a hablar de Isabel”
Me di cuenta de que Mario se nos estaba yendo una tarde en la Real Academia Española porque lo oí, confundiendo dos realidades inconexas, mientras conversábamos camino a la sala de plenarios
Vargas Llosa era el dios de los orfebres, de la literatura vista como un preciado don, sí, pero también como un látigo: ¡a trabajar! Todo es posible con disciplina y rigurosidad