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La defensa del piloto procesado por cohecho junto a Carlos Fabra llama “jeta” al exdirigente del PP

El expolítico regresa al banquillo de los acusados por la causa que investiga la presunta ‘mordida’ en los patrocinios del aeropuerto de Castellón

Carlos Fabra

Doce años después de su condena a cuatro años de cárcel por cuatro delitos fiscales, el expresidente de la Diputación de Castellón y exlíder del PP en esta provincia, Carlos Fabra, ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de cohecho, por el que desde este lunes es juzgado también el expiloto de motos Álex Debón. Ambos se enfrentan a tres años y tres meses de prisión y al pago de una multa de 6.480 euros. Para Carlos Fabra, descalificado como “jeta” por la propia defensa del deportista durante la primera sesión de la vista, celebrada este lunes, se solicita también la inhabilitación especial para empleo o cargo público durante cinco años.

Un jurado popular deberá determinar si los 360.000 euros transferidos por Debón, director del Team Aprilia Racing y de la empresa Motosport69, a una cuenta bancaria de Carlos Fabra entre 2010 y 2013 corresponden a una “recompensa” por los 3,6 millones de euros recibidos entre 2009 y 2014 por el piloto como patrocinio desde la empresa pública promotora del aeropuerto, Aerocas, que presidía Fabra ―en concepto de comisión del 10%― como sostienen la fiscalía y la acusación particular; o si provienen de un préstamo del deportista al expolítico, como alegan las defensas de ambos.

Estaba previsto que los dos acusados declararan al inicio de esta primera sesión del juicio, pero ambos han pedido hacerlo al final de la vista, que durará hasta el jueves. El primero en llegar ha sido Carlos Fabra ―acompañado de su hija y exsenadora del PP Andrea Fabra― quien se ha limitado a dar los buenos días y ha manifestado sus “ganas de llegar a casa” tras la sesión. Debón se ha declarado “inocente” a su llegada a los juzgados, para matizar a su salida que “confía en la justicia” y que los pagos realizados a Fabra se corresponden con el préstamo otorgado a éste: “Está todo documentado”, ha dicho.

En el interior de la sala, la interacción entre ambos procesados, separados por sus abogados, ha sido nula. Impasible, Fabra ha escuchado cómo el letrado de Debón le llamaba “jeta” por no devolverle a su representado el dinero transferido, por el que el propio expiloto le demandó en 2016 y por el que Fabra fue condenado en rebeldía.

El abogado de Debón ha incidido en que éste es una “víctima” y ha reseñado que los 360.000 euros no provienen de los patrocinios percibidos por Motosport69 para publicitar el aeropuerto. “Realizó un contrato de préstamo con Carlos Fabra pero mi cliente cometió dos errores: entregarle el dinero a un jeta, a un tío que no se lo iba a devolver”, y firmar el contrato con “uno de los máximos exponentes del PP; esto es un juicio político”, ha insistido.

Por su parte, la defensa de Carlos Fabra se ha escudado en que, a pesar de presidir Aerocas, el expolítico no era autoridad sino un consejero más “y la autoridad es requisito necesario para el cohecho”. “¿Qué pasa con este teórico soborno que la fiscalía ve tan claro?”, ha preguntado al jurado popular. “La lógica de un soborno es lograr que no te pillen y la transferencia bancaria [utilizada en los pagos percibidos por Fabra] es todo lo contrario”. También ha añadido que el exdirigente del PP recibió parte de esas cantidades después de haber cesado en sus cargos tanto en Aerocas como en la Diputación.

Fiscalía y acusación particular sostienen que los contratos de patrocinio, formalizados en tres pagos, por importe de 3,6 millones de euros, se invirtieron en publicidad en equipación, boxes, ruedas de prensa, entrenamientos, merchandising o campeonatos; pero ponen el foco en la legalidad del flujo transferido por Debon a Fabra y que demostrarían “que no todo el dinero dado a Debón fue destinado a promocionar el aeropuerto”. Cinco pagos de 100.000 euros en 2010; de 25.000 en 2011; otros 150.000 el mismo año; 25.000 en 2012 y 60.000 en 2013, que “tratan de ocultar lo que no es”, en alusión al préstamo que alegan las defensas de los dos procesados. “Esto básicamente es el pago de una comisión”, ha reseñado la fiscalía, al tiempo que ha destacado que el expolítico sí tenía autoridad a la hora de firmar contratos y subvenciones.

Precisamente, los agentes de laGguardia Civil que han declarado en esta primera sesión del juicio han coincidido en señalar la correlación temporal entre la concesión de estas subvenciones por publicidad deportiva con las transferencias realizadas desde la empresa de Debón a Fabra. Entre ellos, han declarado los agentes, existía relación de amistad, según reconoció el propio expiloto en su declaración ante el instituto armado tras la inspección de Hacienda por los citados movimientos bancarios que derivó en la denuncia de la fiscalía.

La estrecha relación entre los procesados también ha sido ratificada por la exmujer del piloto, quien ha indicado que “Carlos venía a menudo a comer a casa”. Aunque fue a de la sociedad en periodos intermitentes entre 2010 y 2014, la testigo ha declarado que todas las gestiones de Motosport69 las realizaba Álex Debón. “Era él el que me decía las cosas y qué firmar, yo no pintaba nada”, ha añadido.

Entre los diez testigos que han declarado en esta primera sesión han estado varios consejeros de Aerocas, entre ellos Francisco Martínez, quien fuera mano derecha de Carlos Fabra en la diputación castellonense, quien ha dicho no recordar nada.

Junto a la causa que juzga esta semana los patrocinios de Aerocas, Carlos Fabra tiene otra abierta que investiga la trama familiar y empresarial, en la que figura el presidente del Villarreal, Fernando Roig, que contribuyó a la ocultación de patrimonio por parte del expolítico para impedir la ejecución de la sentencia por fraude fiscal por la que fue condenado finalmente a cuatro años de cárcel. La Audiencia de Castellón condenó a Fabra en 2013 a cuatro años de prisión y al pago de una multa de 1,4 millones de euros como autor de cuatro delitos fiscales. El exmandatario permanece alejado de la vida política después de salir de la prisión de Aranjuez en mayo de 2016, donde ingresó en diciembre de 2014.

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