Gabriela Goldbaum acusa a Daniel Noboa de violencia vicaria: “Ha usado a mi hija para causarme dolor”
La expareja del presidente acusa al mandatario ecuatoriano de abrirle decenas de casos legales para hostigarla y de usar a su hija durante la campaña. El mandatario no se ha pronunciado sobre los nuevos señalamientos

Gabriela Goldbaum contiene las lágrimas cuando habla de su hija en público. A mitad de marzo, la exesposa del presidente ecuatoriano Daniel Noboa dio una dura declaración sobre la pequeña ante en el Congreso, para denunciar que el jefe de Estado había instrumentalizado a su hija: “La ha usado como objeto para causarme dolor”. Hubo gritos en las gradas cuando habló, y un pedido de regreso al orden para escucharla. Noboa es responsable, continuó Goldbaum, sin temblor en la voz, de violencia vicaria: cuando una persona instrumentaliza a sus hijos o hijas para vengarse de sus exparejas. “Durante seis años, he sido víctima de violencia vicaria”, afirmó. Es decir, desde que Goldbaum estaba embarazada de su pequeña, Luisa, y le pidió el divorcio a Noboa. La violencia vicaria es un delito tipificado en la legislación de España desde 2015, y en México desde 2023, pero aún no es ley en Ecuador. Allí, donde buena parte de la sociedad aún considera este tipo de agresión un tema privado, hay un proyecto de ley para que se reconozcan en el código penal. Con la esperanza de apoyar el proyecto, Goldbaum habló ante el legislativo: “Por nuestros hijos e hijas, la vida entera”.

Diseñadora de modas y miembro de una familia de empresarios en el gremio de aseguradoras, Goldbaum responde en conversación con El PAÍS que son pocas las mujeres con los recursos para dar la pelea pública y judicial como ella ha hecho. “Afortunadamente tengo una familia que me respalda, y posibilidades económicas que muchas mujeres no tienen”, dice. Sus denuncias, que empezó a hacer públicas en 2020, también le han dado un conocimiento más amplio del problema. “Por ser mi caso público, y que mi agresor sea el presidente de Ecuador, esto ha hecho que me escriban miles de mujeres a contarme lo que también les pasó a ellas, casos miserables”, añade. “Este no es un tema de familia, este un tema profundo en la sociedad ecuatoriana, y es un tema público, sobre todo lo es cuando eres un funcionario público, cuando eres el presidente de Ecuador”.
La lista de agravios que denuncia Goldbaum arrancó en 2019. Recientemente, acusó a Noboa de no dejarle comunicarse por videollamada con su hija cuando es el turno del padre de cuidarla. Goldbaum compartió en redes los mensajes de texto que recibe de la nueva pareja del presidente, en los que la influencer Lavina Valbonesi argumenta que la niña no se acuerda de su madre y por eso no la llaman (“ni ella está preocupada por hablar contigo”), y le acusa de ir a la Asamblea Nacional a “inventarse historias”. Días después de revelar la conversación, que muestran los intentos reiterados de la madre por hablar con su hija frente a las evasivas y negativas de la madrastra, Goldbaum compartió una foto del teléfono que la familia paterna le compró a Luisa para las videollamadas con su mamá: un viejo Nokia sin cámara, que se usaba antes de los teléfonos inteligentes. “Una burla total”, dice.

En estos días, a Goldbaum le han acusado de hablar del tema de violencia vicaria para hacerle un favor al correísmo: Noboa compite por su reelección el próximo domingo contra la candidata Luisa González, cercana a Rafael Correa. Goldbaum no le ha hecho campaña a González, pero la semana pasada denunció que Valbonesi, madrastra de su hija, expuso a la niña en la tarima de un evento político, pese a que los jueces han prohibido a los padres usar la imagen de la pequeña en sus redes sociales. En el video, se ve la cara de la pequeña de cinco años mirando con escepticismo al público a su alrededor.
“No tengo absolutamente ningún vínculo con el correísmo”, asegura Goldbaum a este diario. “Puede que en el correísmo me apoyen públicamente porque les beneficia, pero no es que me llamen por teléfono a preguntarme qué necesito. Me duele más no tener el apoyo de toda la sociedad que ha visto que estoy metida en la mitad de todo esto desde 2019, desde que empezaron mis denuncias”.
La lista de agravios que menciona Goldbaum viene desde que su exmarido interpuso 19 demandas penales en su contra, que no prosperaron. El proceso para establecer el régimen de visitas también se convirtió en un laberinto legal, y la madre recuerda con amargura cómo Noboa presionaba junto a un fiscal con llevarse a la niña de meses el fin de semana por siete horas, cuando aún estaba muy apegada a la madre. Pero desde que en 2023 se convirtió en jefe de Estado, Goldbaum lo señala de usar su poder ejecutivo para que los jueces fallen a su favor.
“Desde que es presidente, este aspecto judicial se intensificó a niveles exorbitantes”, explica. Entre las supuestas irregularidades que denuncia, está la de un juez de familia que estableció en 2024 un régimen para dividir las vacaciones de la niña de una forma en la audiencia oral, pero determinó otra forma, que favorecía a Noboa, en la resolución escrita. Goldbaum asegura que ese juez es cónyuge de una antigua abogada del presidente.
Goldbaum no es la única que cuestiona la imparcialidad de los jueces. El mismo año, Teleamazonas publicó un informe de cómo varios abogados defensores del presidente en las demandas contra su exmujer han pasado luego a cargos de Gobierno. El caso más llamativo era el del abogado Álvaro Román Márquez, quien representó a Noboa contra Goldbaum, y en 2023 pasó a ser presidente del Consejo de la Judicatura. “Creo que las sospechas de una eventual falta de imparcialidad están muy justificadas”, dijo a Teleamazonas la abogada María Dolores Miño, del Observatorio Derechos y Justicia. “¿Con qué confianza Gabriela Goldbaum podría decir que el Consejo de la Judicatura va a velar que estos jueces actúen bien, si es que quien lo preside tiene unos vínculos tan cercanos con el presidente?”, criticó.
Soledad Augus Frere es una abogada ecuatoriana feminista que ha investigado la violencia vicaria en Ecuador. Consultada por EL PAÍS sobre el caso, asegura ver “elementos para hablar de violencia vicaria, sobre todo por el hostigamiento judicial de Noboa a ella, y por el poder político que puede ejercer”. Explica que, si bien es usual que haya duras diferencias entre parejas que se divorcian, “puedes detectar la violencia vicaria cuando, por ejemplo, hay múltiples denuncias legales al tiempo, e incluso por el mismo hecho en distintas instancias”. En el caso de Gabriela Goldbaum, hay una consideración adicional, asegura. “En Ecuador tenemos una institucionalidad frágil donde es fácil para el poder de turno tener injerencia en decisiones del Estado. Y este presidente en particular tiene una personalidad muy querellante: siempre ha intentado gestionar sus conflictos por la vía penal, con su vicepresidenta, o con su ministra de energías”.
Déjenme ser madre antes de que me obliguen a ser testigo.
— Gabriela Goldbaum Smith (@GGoldbaum) April 3, 2025
Mi hija no tiene voz para decidir si quiere estar en una campaña política. Y yo, su madre, no tengo siquiera el derecho a hablar con ella. Pero sí la exponen. Sí la exhiben. Sí la usan.
Mientras a mí me niegan el… pic.twitter.com/Xbdq6ualOm
Goldbaum dice que, además de defender a su hija, sus denuncias buscan cambiar una cultura que ha permitido este tipo de violencia en los hogares ecuatorianos, empezando por identificarla. “Si no se nombra algo, no existe”, dice. Ella, por ejemplo, primero llamaba lo que le ocurría como violencia psicológica, pero tras conocer la legislación de México, entendió que lo que era violencia vicaria. “Muchas mujeres han vivido esto por años”, asegura. Cuenta emocionada que recientemente le escribió una mujer de 70 años diciendo que ella y sus hijos habían sufrido ese tipo de violencia por décadas, y que su caso le había quitado “una venda” de los ojos. Según dice, su hija también se ha visto afectada emocionalmente, aunque se guarda los detalles.
El silencio de Noboa
Una de las abogadas del presidente Noboa y la secretaria de comunicaciones en la presidencia no respondieron a solicitudes de EL PAÍS para hablar del caso. Durante la campaña presidencial del 2023, Noboa fue cuestionado por el tema en el programa Los Irreverentes, y allí acusó a Goldbaum de cometer desacatos en el régimen de visitas, sin especificar cuáles. También dijo que había una “mala intención” de “molestar durante campaña”. En 2024, poco después de que Goldbaum denunció que Noboa no había regresado a la niña a la casa materna mientras él viajaba al exterior, el presidente dijo que “la mafia de seguros” había querido usar a su hija “como moneda de cambio”, en referencia a su antigua familia política.
Noboa también ha abierto procesos legales contra la empresa de los Goldbaum, acusándoles de mal manejo de información confidencial y de peculado. Y dice que su exesposa le ataca con su hija en retaliación. Recientemente, cuando la candidata Luisa González tocó los señalamientos en un debate presidencial, se limitó a decir que él jamás se metería “con sus hijos o con sus parejas”. Por su parte, Lavinia Valbonesi, ha asegurado en medios locales que se dicen “muchas mentiras” y que su marido no quiere exponer a la niña al debate público, por eso no da explicaciones a medios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad , así podrás añadir otro . Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
